La relación entre estrés y productividad puede parecer contradictoria: ¿Cómo se puede ser productivo cuando se tiene el estrés como amenaza? Sin embargo, la clave está en la gestión y el enfoque. Este artículo te ayudará a entender cómo manejar el estrés de manera que no solo no interfiera con tu productividad, sino que la potencie.
¿El estrés es causa de baja productividad?
El estrés puede ser causa de baja productividad como un impulso para un mejor rendimiento, esto será dependiendo de su gestión.
Por un lado, un mal manejo puede llevar a una disminución significativa en la productividad. Cuando el estrés se vuelve abrumador, puede afectar la concentración, disminuir la motivación y aumentar la fatiga mental y física.
Por otro lado, en pequeñas dosis, puede servir como un estímulo del rendimiento. Este tipo de estrés puede aumentar la alerta, enfocarte en las tareas importantes y motivarte a completar trabajos con mayor eficiencia. Sin embargo, es crucial que este estrés sea temporal y manejable, para que no se convierta en una carga.
Consecuencias del estrés en la vida cotidiana
- Físicas:
- Cefalea
- Cansancio
- Problemas gástricos
- Cambios en el apetito
- Trastornos del sueño
- Hipertensión arterial
- Psicológicas:
- Ansiedad
- Tristeza
- Irritabilidad
- Falta de entusiasmo
- Pesimismo
Tips para reducir el estrés y aumentar la productividad
- Planifica y prioriza actividades: La organización es un punto clave para tener orden de tus actividades, además priorizar te ayuda a centrarte en los puntos más importantes.
- Tomar descansos: Tenerlos es importante para no saturar tu mente, además reducen el cansancio.
- Ejercicio regular (físico y mental): El ejercicio te ayudará a estar activo durante tus actividades diarias.
- Trabajo en equipo/ colaboración: Te permitirá dividir la actividad permitiendo no sobrecargarte, además te ayudará en tu creatividad y comunicación.
El estrés puede jugar un papel dual en nuestra productividad: puede ser un obstáculo si no se gestiona adecuadamente, llevándonos al agotamiento y a un rendimiento disminuido; o puede ser un impulso positivo, motivándonos a alcanzar nuestros objetivos con mayor enfoque y eficiencia.